SEVEN capítulo 3

"Durante las siguientes semanas intenté evitarla todo lo que pude pero sin que se llegara a notar demasiado. Comíamos juntos alguna vez, pero la mayoría del tiempo cada uno hacía su vida y era lo mejor, porque cada vez que pasábamos un rato juntos me ponía nervioso y no me gustaba estar nervioso. Siempre tenía las emociones controladas y por una humana eso no iba a cambiar. 
Normalmente Ángela se pasaba el día pintando o haciendo la visita por la sucursal con turistas, también hablaba muchas veces por teléfono con una mujer y ella siempre le preguntaba por mí. A estas preguntas Ángela contestaba de la forma más vaga posible diciendo que se podría decir que éramos amigos y que nos llevábamos bien, pero al hablar de mi solía intentar cambiar de tema, evitarlo a toda costa, aunque la otra mujer era muy insistente y siempre acababan comentando algo.
Yo por el contrario me dedicaba a hacer actividades con los niños en el pueblo, les enseñaba a jugar al lacross desde hacía un par de semanas y por la tarde salía a correr hasta que llegaba el puerto y me quedaba mirando el mar durante un rato hasta que me apetecía volver a la casa. Así reducía os los encuentros  a las comidas y poco más.
Un viernes yo estaba en el sofá mirando las noticias cuando  ella se sentó a mi lado con la camiseta manchada de pintura, algo bastante normal en ella. Tenía cara de aburrimiento y al cabo de un rato me miró, se le iluminó la cara y me dijo:
-¡Eh!, ¿sabes que podríamos hacer?
-No- y sonreí- que yo sepa aún no puedo leer mentes.
Ella rió y dijo:
-Hoy hay una fiesta, la gente va a ir a bailar. Estoy cansada de estar en casa. ¿Te apetece ir?
Yo me quedé pensándolo y ella siguió intentado  convencerme dada mi falta de entusiasmo.
- Vamos por favor... Necesito que me acompañes, si no... los babosos del pueblo me acosarán y estaré muy incómoda. Además así pasamos un poco de tiempo juntos que últimamente no hablamos casi y eres... bueno, el único amigo que tengo aquí por ahora. 
Me supo mal por ella así que acepté la invitación, pero puse dos condiciones, una fue que no bailaría y la otra que no volveríamos demasiado tarde. Ella las aceptó encanta y se fue a arreglarse para salir a cenar a la plaza del pueblo. Yo hice lo mismo, fui a ponerme otra camiseta limpia y unos vaqueros.
A los diez minutos yo ya estaba arreglado,  tenía  puesta una camiseta gris de pico y unos vaqueros azul oscuro. Me peine el pelo de forma que se quedo de punta y me afeité. Por el contrario Ángela tardó media hora en salir de su habitación y otros diez minutos del cuarto de baño. Al fin, pasado ese tiempo, bajó por las escaleras. 
Estaba preciosa, se había hecho ondas en el pelo y maquillado, llevaba una raya fina y oscura en el ojo que lo estilizaba y lo hacía aún más bonito y un poco de colorete. Se había puesto un vestido que le llegaba casi a la rodilla de flores y se había puesto unos tacones a conjunto. 
-¿Cómo estoy?- preguntó mientras giraba para que viera como le quedaba el vestido.
-Estás estupenda- dije con sinceridad.
Ella sonrió y después de coger las llaves de casa salimos. No hacía falta coger el coche porque la plaza estaba a cinco minutos andando. 
Al llegar vimos que habían puesto una carpa con mesas y una cocina improvisada para que la gente cenara allí. Un poco más a la derecha estaba la pista de baile, con un equipo de música enorme que manejaba un chico del pueblo. Ella decidió sentarse en las últimas mesas ya que eran las más cercanas a la pista de baile..."

¿Qué pasará en la fiesta del pueblo? ¿Algún acercamiento de la parejita? 

 

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